
La estrategia «Barrios Vivos» de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá no es simplemente un programa de eventos; es, ante todo, un ambicioso proyecto de ingeniería social y cultural que redefine la forma en que la administración interactúa con sus ciudadanos. Más allá de las cifras de impacto y la cantidad de laboratorios, su verdadero valor radica en su capacidad para integrar a la comunidad y convertir la cultura en un motor de transformación profunda.
El Nuevo Modelo: De la Competencia a la Cocreación
Las noticias que hemos revisado –desde los hitos culturales en Kennedy y Fontibón, hasta la exaltación de la memoria en Las Aguas y Las Cruces– demuestran un cambio de paradigma. La iniciativa se basa en los laboratorios de cocreación, un concepto fundamental que rompe con el modelo tradicional de imposición institucional.
Como bien se señala, este modelo permite la «cooperación entre todas las organizaciones para sacar adelante un propósito común». Esto se traduce en:
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Identidad y Memoria: Proyectos como «Vicachá, el Resplandor de la Noche» en Las Aguas, que rescata el legado muisca del río San Francisco, o el «Festival Sabor y Alma Cruceña» en Las Cruces, que celebra la tradición gastronómica, demuestran cómo la cultura se usa para fortalecer el orgullo y la identidad territorial.
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Transformación Social Situada: Los laboratorios abordan problemáticas reales, desde la gestión de residuos en barrios de Engativá y Barrios Unidos, hasta la recuperación de espacios afectados por la habitabilidad de calle, como en el caso de los «Recorridos Turísticos Muiscas» entre Egipto y Belén. La solución no viene de afuera, sino que se «construye desde el territorio».
La Importancia de Rescatar lo Humano

Tu reflexión personal captura la esencia que hace a «Barrios Vivos» un proyecto magnífico: es la unión de la comunidad en torno a un proyecto en común.
«Esta es la forma de integrar a la comunidad, para que entre todos construyan procesos sociales viables, que construyan un hito que los una desde la cultura, desde lo que quieren arreglar… es un gran proyecto, apuesta de su director Santiago Trujillo. Es muy bueno lo que están realizando, total respaldo a esta iniciativa que rescata lo humano, lo comunitario, la unión de la comunidad, los saberes, conocimientos de la comunidad, el arte, la música…»
Este proyecto valida la cultura como una herramienta de cohesión social, más allá del entretenimiento. Al pagar a los artistas, emprendedores y gestores locales, la Secretaría no solo dinamiza la economía barrial, sino que reconoce el valor profesional de los saberes y conocimientos comunitarios. Se fomenta una comisión de comunicación que divulga los eventos, creando una red interna de formación de la comunidad hacia la comunidad.
Un Hito para el Futuro de Bogotá

Barrios Vivos no solo mira hacia la memoria, sino que proyecta un futuro de sostenibilidad y convivencia. La expansión de 37 laboratorios en 2024 a 163 laboratorios en 223 barrios para 2025 confirma su éxito y la voluntad política de hacer de esta estrategia un pilar de la gestión territorial.
En un momento donde la polarización y la desconfianza a menudo dividen a la sociedad, esta iniciativa logra «tejer confianza entre vecinos» y aumentar el orgullo de vivir en la ciudad.
«Barrios Vivos» es la prueba de que cuando la institucionalidad decide escuchar a las comunidades y trabajar de manera coordinada con ellas, se fortalece el sentido de pertenencia y se sientan las bases para construir no solo una mejor ciudad, sino «una nueva localidad con más tolerancia y amor». Es un proyecto que merece total respaldo y continuidad.

